Alergia y deporte

El ejercicio forma un aspecto esencial en la educación global del pequeño y una actividad saludable en el adulto.

Hay una situación en la que se precisa algo más que la ingestión de un producto a fin de que se genere una reacción alérgica por un alimento: el ejercicio.

Se llama alergia alimenticia inducida por el ejercicio y se comenzó a hablar de ella en mil novecientos setenta y nueve.

 

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Las personas que experimentan esta reacción ingieren un alimento concreto un poco antes de hacer deporte. Conforme el ejercicio avanza y la temperatura anatómico aumenta, aparecen picores, mareos y ciertos síntomas propios de las alergias, como urticaria y también hinchazón, pudiendo llegar a provocar anafilaxia. Asimismo puede suceder cuando se ingiere el alimento justo después de practicado el ejercicio.

 

PREVALENCIA

La incidencia y prevalencia de la anafilaxia inducida por ejercicio no están todavía de manera plena establecidos, puesto que se trata de una nosología parcialmente nueva y poco famosa.

Afecta mayoritariamente a pacientes jóvenes, generalmente desde la adolescencia hasta cerca de los cuarenta años. La distribución por sexos es afín. Son usuales los antecedentes personales y familiares de atopia, en especial en los pacientes más jóvenes.

A menudo se diagnostica a atletas y deportistas bien entrenados. Cualquier género de ejercicio ha sido implicado, desde actividades deportivas intensas hasta otras más moderadas, aunque se asocia más habitualmente con ejercicios aeróbicos como el footing y la marcha veloz.

 

ALÉRGENOS

La mayor parte de pacientes que presentan anafilaxia inducida por ejercicio son alérgicos a alimentos, eminentemente a frutas y verduras.

Mas puede deberse a cualquier alergeno alimenticio. Los alimentos más a menudo implicados son de origen vegetal, y entre estos resaltan los cereales (esencialmente el trigo), las frutas frescas y los frutos secos. Se han descrito casos relacionados con diferentes géneros de verduras, condimentos y champiñones.

Entre los alimentos de origen animal prevalecen los mariscos. Existen casos puntuales de reacciones sucesivas a la ingesta de huevo, leche de vaca o bien moluscos cefalópodos.

Puede condicionar el grado de reacción la cantidad de alimento ingerido.

 

TRATAMIENTOS Y CONSEJOS

La prevención es simple: no ingerir los alimentos implicados a lo largo de las cuatro-seis horas anteriores a efectuar ejercicio.

La ingesta de mínimas cantidades, en ocasiones desapercibidas de tales alimentos son suficientes para provocar el cuadro.

El sufrimiento de una enfermedad alérgica no debe impedir la práctica segura del deporte.

El síntoma inicial acostumbra a ser el picor, característicamente en las palmas y plantas de los pies. Frente a la aparición  de los primeros síntomas, se debe suspender el ejercicio, tomar un antihistamínico, sentándose o bien tendiéndose en el suelo en el caso de presentar sensación de mareo.

Cuando aparece algún signo de gravedad, complejidad para respirar o bien tragar, lipotimia, etcétera el tratamiento con adrenalina auto-inyectable ha de ser inmediato.

Ciertas personas experimentan una mejora transitoria de los síntomas, presentando tras unas horas una recaída del cuadro.

Se debe educar al perjudicado sobre la dosificación de adrenalina autoinyectable para administrársela en caso preciso, recomendándole llevar consigo una jeringuilla precargada siempre y cuando realice actividades físicas programadas y también ir acompañado de alguien con capacidad para asistirlo en el caso de anafilaxia.

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